Recuerda No Olvidar
Tendemos a olvidar lo bueno y a recordar lo malo…
Si miramos hacia atrás, nos daremos cuenta de que las bendiciones con las que una vez nos regocijamos comienzan a desvanecerse en nuestra memoria. ¿Por qué? Esta situación “desértica” por la que el Señor nos hizo pasar es ahora un cuento viejo. Comenzamos a dudar de Dios y de lo que Él puede hacer en nuestro caminar diario cuando olvidamos sus bendiciones y reflexionamos sobre nuestro pasado negativo, o peor aún… lo despreciamos.