Obediencia Tardia

La obediencia retrasada sigue siendo desobediencia…

Echa un vistazo a tu vida en este momento y pregúntate: ¿estoy haciendo lo que Dios me pide que haga? De las 168 horas de tu semana, podemos utilizar ese tiempo para hacer solo lo que nos conviene o satisface nuestra voluntad. A pesar de estas tareas, a veces pondremos excusas o retrasaremos nuestra responsabilidad en el Señor: su misión en el reino.

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